27.9.10

Parto Vaginal Después de Cesárea

El primer regalo que podemos ofrecer a nuestros hijos es un nacimiento digno. Pero a veces no es así. El parto es una historia con final imprevisible, incluso en una mujer sana y un buen embarazo. Y de finales, ya lo sabemos las madres, hay muchos, algunos muy tristes, otros muy gozosos, y otros que se encuentran en un terreno confuso, donde la dicha y la incomprensión se mezclan. Es sobretodo tras sufrir una cesárea que muchas mujeres son felices por tener un bebé sano en su regazo, pero no comprenden porqué a la vez sienten que han perdido algo por el camino.
Quizás se han perdido ellas mismas, y albergan un vacío y una frustración muy grandes. Y lo que es peor, creen que no tienen derecho a sentirse mal porqué su bebé está sano. Es un cóctel de sentimientos encontrados muy fuerte.
Miles de Argentinas dan a luz por cesárea. Y dentro de las mujeres cesareadas, la mayoría sufren una “innecesaria” porqué los médicos, o se ven obligados a recurrir a ella por seguir unos protocolos hospitalarios que poco o nada ayudan a la parturienta y que ponen en peligro la vida del bebé, o porqué no dejan que sea el cuerpo femenino el que decida cuándo parir. Son variados los motivos por los cuales realizan cesáreas "innecesarias”. De todas las que se practican, sólo un reducido número son justificadas. Y la herida emocional de una "necesaria" y de una "innecesaria" no es la misma; además de que físicamente nos condiciona en los futuros embarazos y partos.
Para muchas mujeres el PVDC nos lleva a un mar de dudas sobre nuestra capacidad para poder parir, y las secuelas psicológicas pueden perdurar en nuestra alma mucho tiempo.
Evidentemente, cualquier daño emocional debe repararse, pero más razón hay para hacerlo si deseamos tener más hijos. Para conseguir un PVDC, debemos prepararnos mental y físicamente, y es importante que las personas más próximas de nuestro entorno lo sepan, lo respeten y nos ayuden en lo que puedan. He aquí unos pasos que nos ayudaran, a título de entrenamiento, para conseguirlo. Recuerda siempre que el PVDC es la opción más segura para ti y tu bebé en la inmensa mayoría de los casos.
1. Escribe y revive la cesárea. 2. Escribe cómo te imaginabas tu parto. 3. Habla de la cesárea cuando lo necesites. 4. Habla con tu hijo de su nacimiento. 5. Esclarece (contigo misma, con tu pareja, con la matrona) los motivos por lo que deseas un parto vaginal después de cesárea contestando a estas preguntas: ¿Temes arriesgar la salud de tu bebé o la tuya por intentar un PVDC?, ¿Piensas en el fondo que la cesárea es la opción más segura o más sencilla en tu caso?, ¿Te sientes egoísta por desear un parto natural? 6. Revisa la historia de las mujeres de tu familia. 7. Profundiza y analiza como ha sido la relación con tu cuerpo y tu sexualidad. 8. ¿Qué mensajes has heredado sobre la menstruación, la masturbación, el parto o la lactancia? 9. ¿Has aprendido a celebrar tu feminidad? ¿Cómo percibes tu cuerpo y tu salud? 10. Trabaja tus miedos 11. Visualiza. Revisa los mensajes de tu cuerpo. Puedes colgar por toda la casa dibujos que ilustren cómo el bebé pasa por la pelvis y el canal del parto. Puedes repetir una lista de frases varias veces al día (“Mi cuerpo sabe parir”, “Puedo abrirme y confiar en mi bebé”, “Mi hijo saldrá por mi vagina”, etc.). 12. Habla con tu bebé. Explícale que quieres ayudarle a nacer, que confías en él, que deseas poder cogerlo y abrazarlo tan pronto como salga de tu cuerpo, que sabes que él lo hará de maravilla y que has encontrado unos profesionales que os trataran con mucho respeto y estima. Si no lo tienes claro, pregúntale donde quiere nacer, seguro que de alguna u otra forma te contestará. 13. Trabaja en pareja: ¿Te apoya tu pareja en tu decisión de intentar un parto vaginal?, ¿Seguro que él quiere estar a tu lado durante el parto? 14. Comparte tus vivencias con otras madres, atrévete a hablar con sinceridad de tu viaje emocional, de tus deseos y tus dudas, de tus descubrimientos. En el foro de apoyocesareas nos sentiremos comprendidas, apoyadas y obtendremos mucha información. 15. Busca una doula o una matrona que te ayude. 16. Busca un centro donde atiendan PVDC. 17. Haz un plan de cesárea respetuosa si se diera el caso. 18. Lee e infórmate (buenos libros: ¿Nacer por cesárea?, Ibone Olza, Enrique Lebrero. Ed. Granica 2005. La cesárea, Michel Odent. La liebre de marzo 2006. La revolución del nacimiento, Isabel Fernández del Castillo, Granica 2006). 19. Cuida tu nutrición, haz ejercicio, practica la danza del vientre, ten orgasmos, medita. 20. Celebra el embarazo de mil maneras.
Tónico estimulante para conseguir el PVDC
Remedio para pronunciar en voz alta, para nuestros adentros, a solas o en compañía, cuando estamos embarazadas, hemos sufrido una cesárea y esperamos poder vivir un parto vaginal después de cesárea. “Confío en mi cuerpo para poder parir. Mi cuerpo es capaz de gestar criaturas preciosas y sanas, por lo tanto es capaz de traerlas al mundo de una manera sana. Sólo me hace falta escucharme a mí misma, entregarme a las fuerzas de la naturaleza femenina, alejarme del racionalismo y trasladarme a un estado de total libertad mental y corporal.” “Confío en ti, bebé, para trabajar los dos juntos y ejecutar la danza de la vida en armonía y con sabiduría. Confío en mí para saber compasar nuestros movimientos individuales y transformarlos en una sola energía positiva y evolutiva.”

19.7.10

La Herida Emocional

Una delgada línea rosa suele ser la única señal externa de la intervención. La cesárea deja otra herida mucho más difícil de curar y que ningún cirujano podrá coser.
Se produce conforme la mujer entra al quirófano para la intervención y puede permanecer abierta, años o toda una vida.
El mayor obstáculo para la curación de la Herida Emocional es el silencio con que se le rodea, la minimización o incluso la negación de su existencia.
Se puede manifestar con diferente intensidad a lo largo del tiempo. Muchas madres sólo empiezan a reconocer el dolor que les produjo la cesárea anterior cuando, años más tarde, consideran un nuevo embarazo.
Se menciona Herida Emocional al impacto psicológico que deja la cesárea en la madre. Desde el momento en que se hace un corte en el abdomen y en el útero de la mujer para que nazca su hijo, es decir, cuando nacer conlleva una alteración tan importante de la integridad física de la mujer, podemos saber que el impacto psicológico existirá.
La cesárea se vive de diferentes maneras para cada mujer, incluso opuestas. Pero la Herida emocional siempre esta presente, sólo que la asimilación es relativamente sencilla. La cesárea es, una renuncia y una pérdida de muchos aspectos relativos a cómo nos imaginamos como madres. La herida emocional va a tener, por ese motivo, mucho de duelo, de elaboración de esa pérdida, no sólo del parto soñado sino, en muchas ocasiones, también del primer abrazo, las primeras horas o incluso días de la vida del bebé, de la salud en el posparto, de un útero intacto, de ser considerada una mujer normal o sana en siguientes embarazos…
Factores que influyen en la herida emocional
Los factores obstétricos, es decir, los motivos que decidieron la cesárea y cómo se desarrolló la intervención.
A veces la situación de urgencia vital de temer por la vida propia o del bebé puede desencadenar un verdadero síndrome de estrés postraumático.
La calidad de la atención recibida es un aspecto crucial en la recuperación de la cesárea.
El parto, incluso si es por cesárea, es un momento muy íntimo y es preciso que los profesionales te respeten continuamente. Si fuiste partícipe de la decisión, bien informada de las opciones, es probable que te recuperes bien psicológicamente de tu cesárea.
Lo citado son extractos del Libro : ¿Nacer por Cesárea?: Evitar Cesáreas Innecesarias, Vivir Cesáreas Respetuosas. Olza Ibone y Lebrero Martinez, Enrique.
Que llegues a una instancia de "Cesárea necesaria" no implica que se pierde el mágico momento de recibir a tu bebé.
Informate para que respeten ese momento único para vos y tu familia!!!
Grupo Renaciendo

24.6.10

Principios de la OMS

Recomendaciones para establecer un buen contacto Madre e hijo. Nacimiento
  • Ubicar al bebé sobre el abdomen de la madre y secarlo inmediatamente. Instar a la madre para que participe. Quitar la toalla y tapar a la madre y al niño con una segunda toalla que esté seca. Mantener la cabeza del bebé tapada para reducir la perdida de calor.
  • Cortar el cordón una vez que hayan cesado las pulsaciones mientras el bebé se encuentra con su madre, siempre y cuando no exista hemorragia significativa.
  • Incentivar el contacto corporal de la madre con su bebé durante al menos las primeras dos horas después del parto, y todo lo que sea posible en el post-parto inmediato y posteriormente.

23.6.10

Manejo del Bebé en el Posparto Inmediato

"La criatura recién nacida sana y su madre deben permanecer juntos tras el parto y no separarse en ningún momento si el estado de salud de la madre lo permite.
Inmediatamente después del parto, la criatura recién nacida se coloca sobre el abdomen de la madre, se la seca y se cubre con una toalla seca.
Así se agarrará al pecho de forma espontánea en la mayoría de los casos, permaneciendo al menos 70 minutos en estrecho contacto piel con piel con su madre.
Los únicos procedimientos que se realizarán a la criatura recién nacida durante este tiempo de contacto piel con piel con su madre, son su identificación y la adjudicación de la puntuación del test de Apgar.
Informar a las madres sobre las ventajas del contacto piel con piel.
Posponer las prácticas de profilaxis ocular, peso, vitamina K, etc., (...)".
Después de 90 minutos el bebé normalmente ya habrá comido y la madre y el bebé necesitarán dormir. En este momento el niño y la madre continuarán piel con piel.
Para prepararlos, al bebé se le puede poner un pequeño gorro y un pequeño pañal, preferentemente de algodón.
Cuando ha nacido el bebé es conveniente depositarlo de inmediato sobre el abdomen o el pecho de la madre y cubrirlo con una toalla caliente.
El cordón umbilical se dejará sin cortar ni clampar hasta que deje de latir.
No hay ninguna prisa en interrumpir el rico flujo de sangre que durante largos minutos aún le llega de la placenta.
Existe la falsa creencia de que el corte es algo urgente mientras que en algunas culturas se deja la placenta unida al cordón hasta que de forma natural se desprende el cordón del ombligo del bebé.
Un cordón que ya no late y no ha sido clampado ni cortado no supone ningún riesgo ni para la salud del bebé ni para la de la madre.
No hay por qué interrumpir durante un buen rato la interacción entre madre y bebé.
Si la madre lo desea se puede dejar al bebé sobre su abdomen para que éste trepe hacia el pecho e inicie la lactancia de forma instintiva en el momento que lo desee.
La mayor parte de los bebés nacidos en partos normales y sin anestesia pueden reptar desde el abdomen hasta el pecho e iniciar la lactancia en unos 40 minutos.
Si se prefiere puede dejársele sobre el pecho de la madre.
El bebé puede ser identificado en ese momento si nace en un gran hospital, intentando siempre no interferir en la intimidad entre madre e hijo y sin separarles.
Si la madre así lo ha expresado también puede colocársele un pañal, aunque es conveniente esperar a que pase el periodo sensitivo, ya que para ponerlo hay que manipular al bebé; además el pañal disminuye la cantidad de piel en contacto con la madre.
Las intervenciones sobre el bebé y su madre tras el parto deben de reducirse al mínimo necesario.
La criatura no necesita ser bañada. La grasa que cubre su cuerpo impide la pérdida de calor y protege la piel siendo reabsorbida en poco tiempo.
El recién nacido viene de un ambiente idóneo al que está acostumbrado, y las bacterias que encuentra durante el parto le ayudarán a fortalecer su sistema inmune.
Para ayudarle a preservar su temperatura puede ponérsele un gorro de algodón si la madre lo desea.
Medir o pesar al bebé son prácticas inútiles en ese momento.
El estado de alerta tranquila del bebé tras el nacimiento ha de ser respetado.
Es habitual que se administre también la vacuna de la hepatitis B inmediatamente tras el nacimiento.
De cualquier modo no hay prisa para ponerla.
No hace falta pesar al bebé al poco de nacer.
Todo puede esperar, menos el contactodel bebé con la piel de su madre.
Vive intensamente el placer de que no os separen y ten la seguridad de que le estás dando lo mejor.
Existen muy pocas situaciones en las que un recién nacido no pueda estar piel con piel con su madre.
Una intubación complicada, la necesidad de ventilación de alta frecuencia o una inestabilidad hemodinámica podrían impedir el contacto inmediato entre madre e hijo.
En estos casos el bebé será estabilizado y colocado de nuevo sobre su madre para ofrecerle lo mejor.
Material extraído de la página: www.quenoesseparen.info - España

3.6.10

19 de Junio. Próximo Encuentro!!!

Los Esperamos!!!
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Grupo Renaciendo